Alimentación del caballo joven y en crecimiento

Cada etapa de la vida tiene diferentes requisitos nutricionales y el caballo joven y en crecimiento no es una excepción. Asegurarse de seguir la dieta correcta en estos primeros años es vital, ya que una dieta desequilibrada en los primeros años puede afectar su salud, solidez a largo plazo y rendimiento deportivo en el futuro.

 Un potro recién nacido obtendrá todos sus nutrientes de la leche de la yegua, pero a medida que crezca, el estómago y el tracto digestivo se desarrollarán y madurarán para permitir que el caballo coma sólidos, incluida la fibra. El destete en el caballo suele tener lugar alrededor de los 6 meses de edad, una vez que han pasado de la leche a una dieta basada en forrajes. En los primeros días, es posible que vea potros imitando a la yegua comiendo heno o pasto, pero esto no cumplirá con sus requisitos nutricionales, sino que contribuirá al desarrollo y la maduración de su intestino, incluido el establecimiento de una micobiota saludable: los microbios beneficiosos. que colonizan el intestino y juegan un papel clave en la digestión de la fibra, la síntesis de vitaminas y el sistema inmunológico.

La fase más rápida de crecimiento del potro es en el útero durante la gestación tardía durante el último trimestre. Por lo tanto, se debe prestar mucha atención a la dieta de la yegua durante la gestación y la lactancia (¡más sobre esto en otro momento!).

Los potros recién nacidos pesarán aproximadamente el 10% del peso adulto al nacer y tendrán aproximadamente el 45% del peso corporal adulto a los 6 meses, todos alimentados con leche. De un año tendrán aproximadamente el 65% del peso corporal adulto y a los 2 años alcanzarán aproximadamente el 90% del peso corporal. Después de esto, la tasa de crecimiento se ralentizará, pero es posible que el peso corporal adulto maduro final no se alcance hasta los 5 años de edad.

Durante esta fase de rápido crecimiento, es importante cumplir con los requisitos de energía y proteínas, así como con otros nutrientes clave, como vitaminas y minerales, para garantizar un crecimiento y desarrollo óptimos. Los requisitos de alimentos adicionales o complementarios, incluidos los minerales y las vitaminas, variarán según los niveles de nutrientes y la cantidad de pasto y forraje, por lo que recomendamos hablar con su propio nutricionista con conocimiento de su área para lograr los mejores resultados.

Una dieta balanceada es crítica en el caballo en crecimiento, pero los nutrientes clave para asegurar un desarrollo musculoesquelético saludable son:

• Energía: lograr el equilibrio es importante, muy poca y el crecimiento se ralentizará, demasiada también puede provocar anomalías en el desarrollo, ¡así que evite a los jóvenes sobrecargados!
• Proteína: una parte esencial de la dieta, necesaria para producir la mayoría de los tejidos y enzimas del caballo. Los aminoácidos son los bloques de construcción de proteínas. Los aminoácidos esenciales, son aquellos que deben ser aportados en la dieta y no pueden ser sintetizados por el caballo. Hay aproximadamente 10 aminoácidos esenciales en el caballo en crecimiento, y la lisina es el primer aminoácido limitante en los caballos en crecimiento, lo que significa que es el primero en afectar el desarrollo si no se proporcionan los niveles adecuados en la dieta.
• El calcio y el fósforo son claves para el desarrollo musculoesquelético. El calcio representa casi el 35% del hueso equino, además de desempeñar un papel clave en la función muscular y nerviosa. El fósforo representa alrededor del 15% de los huesos y también juega un papel clave en el metabolismo de la energía y las grasas. Idealmente, la relación calcio:fósforo debe estar entre 1.5:1 y 3:1 en una dieta equina, ya que demasiado fósforo puede provocar una absorción deficiente del calcio.
• El cobre, el zinc y el manganeso son oligoelementos clave que desempeñan funciones vitales en el crecimiento y desarrollo óseo.

Los desequilibrios de minerales y otros nutrientes en el ganado joven en crecimiento son un factor de riesgo para las anomalías esqueléticas del desarrollo, aunque la genética y los factores ambientales también juegan un papel. Obtener la nutrición adecuada en esta etapa de la vida garantizará que reciban niveles óptimos de nutrientes clave para el desarrollo y el crecimiento del esqueleto y puedan tener un impacto en su futuro.

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