Laminitis Parte 2 - Entender lo que sucede en el cuerpo del caballo

En nuestro último blog sobre laminitis, discutimos las causas y los síntomas de la laminitis. En este blog vamos a profundizar un poco más en lo que sucede en el cuerpo del caballo.
Como ya sabemos, la laminitis es una enfermedad dolorosa y debilitante con 3 categorías principales de laminitis:
- Endocrino (hormonal): enfermedad de Cushing equina (también conocida como PPID) y síndrome metabólico equino (EMS). El 90% de los casos entran en esta categoría. Ahora sabemos que muchos de los casos tradicionales de laminitis que alguna vez se consideraron causados por demasiada hierba, entran en esta categoría y tienen una afección endocrina subyacente que desencadena la respuesta a la hierba.
- Relacionadas con la sepsis: enfermedades asociadas con enfermedades sistémicas e inflamación, por ejemplo, cólicos, placenta retenida después del parto y neumonía.
- Laminitis de las extremidades de apoyo o laminitis mecánica, por ejemplo, aumento de la carga de peso en la extremidad opuesta después de una fractura o infección articular. El tipo de laminitis generalmente afecta solo la pierna opuesta a la lesión original.
A pesar de la extensa investigación en curso, todavía no comprendemos completamente los mecanismos exactos por los cuales ocurre la laminitis, pero en los últimos 20 años hemos logrado grandes avances en nuestra comprensión de esta horrible enfermedad.
En la laminitis endocrina (hormonal), sabemos que la hormona insulina juega un papel clave. Las anomalías del metabolismo de la insulina incluyen hiperinsulinemia (insulina alta) y resistencia a la insulina, y estos problemas pueden denominarse colectivamente desregulación de la insulina (Frank y Tadros, 2014). La desregulación de la insulina es una incapacidad para regular los niveles de insulina en la sangre y se puede encontrar tanto en EMS como en PPID. Cuando el cuerpo tiene niveles excesivamente altos de insulina durante un tiempo prolongado, esto puede inducir laminitis, aunque todavía no estamos seguros de cómo sucede exactamente. Una teoría es que la insulina alta imita una enzima llamada factor de crecimiento similar a la insulina 1 y hace que las células epiteliales laminares se multipliquen, estiren y alarguen, lo que, combinado con el peso del caballo, provoca el movimiento del hueso del pedal y el dolor. Cuando los caballos afectados consumen comidas con alto contenido de carbohidratos como el pasto, sus cuerpos tienen una respuesta de insulina exagerada, lo que aumenta el riesgo de laminitis. La resistencia a la insulina también puede ocurrir con la obesidad, la inflamación sistémica, el embarazo y el estrés.
El microbioma intestinal ha atraído mucha atención en los últimos años, y con razón, como sabemos, un microbioma intestinal equino 'feliz' es vital para mantener al caballo sano. Lippold et al. (2011) encontraron que el caballo domesticado tenía una diversidad microbiana reducida en comparación con los caballos salvajes, y creemos que esto puede ser importante para mejorar nuestra comprensión de la laminitis. Investigaciones recientes concluyeron que dirigirse a la microbiota intestinal puede ser importante para prevenir la laminitis (Tuniyazi et al., 2021). Una de las teorías explica cómo los carbohidratos altos afectan a los microbios del intestino posterior, provocando la proliferación de los "malos" y una caída del pH en el intestino. Esto luego elimina los microbios "buenos" y da como resultado una liberación de metaloproteinasas de la matriz, así como otras cosas, y esto puede desencadenar una secuencia de eventos que incluyen la interrupción del suministro de sangre en el pie que conduce a la laminitis.
Enfermedades como los cólicos y la retención de placenta post parto, provocan inflamación. Esto provoca inflamación sistémica en todo el cuerpo, provocando también inflamación en las láminas y, en consecuencia, laminitis.
Con la laminitis por carga/mecánica, nuestro pensamiento actual es que la carga excesiva y continua de peso provoca un suministro inadecuado de sangre al tejido lamelar. Esta falta de suministro de sangre al pie da como resultado daños en el tejido de las láminas, lo que da como resultado una pérdida de soporte para el hueso del pie, lo que lleva a hundimiento y/o rotación.
La laminitis afecta las patas delanteras con más frecuencia que las patas traseras y entendemos que esto se debe a la distribución diferencial del peso con el 60 % del peso corporal en las patas delanteras en comparación con el 40 % en las patas traseras.
A pesar de no comprender completamente el mecanismo exacto, sabemos que la consecuencia es la misma, con estos eventos que causan fallas en la unión lamelar a través de la pérdida de adhesión, inflamación y daño tisular (Elliot y Bailey, 2023) que conducen a la rotación y hundimiento del hueso del pedal. Una manera fácil de entenderlo es imaginar que las láminas son como velcro que pegan el hueso del pie y la pared del casco para mantener el hueso del pie suspendido dentro del casco. Cuando ocurre la laminitis, el velcro pierde su adherencia y el hueso del pedal se mueve, rotando o hundiéndose hacia la suela (también conocido como hundimiento).
Nuestro próximo blog de esta serie analizará el apoyo nutricional para los caballos y ponis propensos a la laminitis.

Referencias:
Frank y Tadros (2014) Desregulación de la insulina. Diario Veterinario Equino 46: 103-112
Elliot y Bailey (2023) Una revisión de los mecanismos celulares y moleculares en la laminitis equina endocrinopática, relacionada con la sepsis y de las extremidades de apoyo. Diario Veterinario Equino 55: 350-375
Lippold S, Matzke NJ, Reissmann M, Hofreiter M. La secuenciación del genoma mitocondrial completo de caballos domésticos revela la incorporación de una amplia diversidad de caballos salvajes durante la domesticación. BMC Evol Biol. 2011;11: 328.
Tuniyazi et al. (2021) Cambios microbianos y del metaboloma del intestino posterior equino durante la laminitis inducida por oligofructosa. Investigación Veterinaria BMC, 17:11.